¿Pronunciamiento a favor de la libertad y de las corridas?

(Sobre el manifiesto de Vargas Llosa, en favor de las corridas de toros, publicado en Correo)

El arte y el espectáculo taurinos son una tradición profundamente arraigada en el Perú criollo, mestizo y andino. Representan un elemento central de las fiestas patronales que, a su vez, operan como mecanismos integradores y de cohesión social y cultural. (Entonces el Yawar fiesta es lindo y hay que promoverlo. Hagamos uno en el Campo de Marte, también y llevemos muchos niños a nutrirse de sanas tradiciones. Al rededor hagamos peleas de gallos y perros. Sacrifiquemos cuyes como espectáculo, también, total: es ancestral).

Las corridas de toros son un espectáculo de masas que no generan manifestaciones violentas, ni actos vandálicos, agresivos (ya son manifestaciones de violencia, vandálicas y agresivas. ¿Acaso hay duda de eso?) o de fuerza dentro o fuera de las plazas de toros. No fomentan, por tanto, una cultura de violencia entre los jóvenes, como se pretende afirmar (Entonces, ¿es una actividad catártica? ¿Entonces por qué se ha prohibido la participación de niños en el público?). Fomentan, más bien, valores y capacidades humanas como la valentía (¿es valiente someter a un ser vulnerable y sin derechos admitidos?), el heroísmo (¿es heróico someter a un ser vulnerable y sin derechos admitidos), la superación ante las adversidades (¿es adverso para un ser "superior" enfrentar aun ser vulnerable y sin derechos admitidos?), entre muchas otras.

Una serie de normas ordenan el espectáculo taurino. Así, este se constituye en una liturgia (están dejando peor a la ya inmoral institución católica) que pone de manifiesto el respeto hacia el toro de lidia (¿cuál respeto?: ¿"Te someto, te mutilo, juego con tus órganos y te mato, porque has nacido para eso"?) y la nítida metáfora que supone un rito en el que el hombre busca imponerse ante la muerte a través de la creación estética y artística. (¿El hombre con qué estrategia sicológica pretende imponerse ante la muerte? ¿Con la de enfrentar y someter a un ser más débil? ¿Por qué no se hace también con ciegos o con cuadrapléjicos humanos? Sería lo mismo.)

Pretendemos que se respete la libertad (¿libertad para disfrutar la violencia extrema? Eso no es libertad. Eso se llama libertinaje. La libertad solo tiene fines nobles) y el derecho de todos a asistir o no a las corridas de toros y de inculcar a nuestros hijos la cultura taurina (pronto habrá un manifiesto en que exijan que compremos metralletas reales a nuestros hijos que no tienen ningún derecho para aprender a ser salvajes) que algunos consideramos poseedora de un hondo contenido simbólico y artístico, que es formativa (deformativa) y que busca la sensibilidad profunda del espectador (quisiera que el señor Vargas me explique con más hondura eso de la sensibilidad...).

Asimismo, respetamos a quienes no disfrutan de la fiesta brava y cuya sensibilidad, entendemos, no les permite apreciarla. (Solo puede apreciar esto el que tiene alguna tara mental, antisocial, y en el espíritu. Esto se llama morbo y dudo que un buen ser humano un día me diga "qué bien criaste a tu hijo al regocijarte en frente de él, ante la muerte lenta de un ser indefenso").

Del mismo modo, no aceptamos la intolerancia (si no aceptan la intolerancia significa, de plano y sin duda: que son intolerantes. ¿Por qué atender a que un intolerante no tolere nuestras intolerancias?) de quienes propugnan su prohibición. Rechazamos todo intento por abolirla y restringir su desarrollo, así como cualquier actitud que pueda liquidar esta tradición que, como todas, evoluciona por sí sola y que perdurará mientras los pueblos sigan apreciando su contenido y su estética (tendrá contenido y tendrá alguna estética, pero no es apreciable como una tradición noble de seres nobles).

Los espectáculos taurinos han sido reconocidos por el Tribunal Constitucional del Perú en mayo de 2011 (¿Nadie sabe quiénes son los que mueven nuestro decadente país?). El Tribunal precisa que no se puede alegar la afectación a derecho constitucional alguno por la sola oferta de dichos espectáculos mientras no se coaccione la asistencia a ellos.

Es deber del Estado promover y difundir cultura (si se difunde como algo que no debe existir: sí. Que se difunda. Esta es una tradición y forma parte de nuestra cultura, pero no sirve para imitar algo bueno ni útil para la convivencia de la gente y su entorno y, en ese entorno, están los animales y éstos, son beneficiarios de derechos.), y no, como pretenden ciertos sectores intolerantes, proscribirla con argumentos falaces. (Dale con la intolerancia a la intolerancia).

Firmantes:

Mario Vargas Llosa (Escritor, Premio Nóbel de Literatura); Alfredo Bryce Echenique (Escritor); Antonio Cisneros (Poeta); José Tola De Habich (Artista Plástico); Juan Ossio (Antropólogo, ex Ministro de Cultura); Fernando Ampuero (Escritor y periodista); Frederick Cooper Llosa (Arquitecto); Felipe Ortiz de Zevallos (Economista, ex rector de la U. del Pacífico); Diego García Sayán (abogado); Francisco Lombardi (Cineasta); Ricardo Uceda (Periodista); Guillermo Niño de Guzmán (Escritor); Gustavo Bueno (Actor); Eloy Jáuregui (Periodista); Alejandro Ferreyros (Psicólogo); Fernando Alayza (Psiquiatra); Luis Guzmán Barrón (Ex Rector de la PUCP); Alfredo Bullard (Abogado); Baldomero Cáceres Santa María (Psicólogo social); Francisco Miró Quesada Rada (Director de El Comercio y politólogo); Mariela Balbi (Periodista); Bartolomé Puiggros Planas (Ingeniero agrónomo); Efraín Trelles (Historiador y periodista); Augusto Polo Campos (Compositor); Luis Bustamante Belaúnde (Abogado y ex rector de la UPC); Carlos Bazán Zender (Médico, ex ministro de Salud); Carlos Hernández Camarero (Médico); César Guitiérrez Rivas (Escritor); Edgar Saba (Director teatral); Alonso Alegría (Dramaturgo); Nelly Calderón (Ex Fiscal de la Nación); Abelardo Sánchez León (Escritor); Baldomero Cáceres Vegas (Actor); Juan José Cabello (Abogado); Edmundo Murrugarra (Sociólogo); Rafael Santa Cruz (Músico); Edwin Montoya (Compositor); Bernardo Roca Rey (gastrónomo); Ricardo Wiesse (Artista plástico); Héctor López Martínez (Historiador); Álvaro Roca Rey (Artista Plástico); Alonso Cueto (Escritor); Pablo Gómez de Barbieri (Arquitecto); Augusto Ortiz de Zevallos (Arquitecto); James Berckemeyer (Chef); Juan Guillermo Carpio (Ex director del Instituto Nacional de Cultura); Silvio Ratto (Ingeniero Industrial); Fernando Guembes (Arquitecto); Mario Castillo Freyre (Abogado); Liliana Regalado de Hurtado (Historiadora); Carlos Cárdenas Quirós (Abogado); Óscar Velarde (Empresario gastronómico); Flavio Solórzano (Gastrónomo); Mario de la Cuba (Historiador); Rafael García Miró (Artista plástico); Jean Pierre Vismara (cantautor).