#ElPerúQueQueremos

¿Por qué no se dijo nada cuando fue "Cerebro"?

Publicado: 2012-10-10

¿POR QUÉ NO SE DIJO NADA CUANDO FUE CEREBRO?

de Salvemos el Palais Concert, el El Domingo, 30 de Septiembre de 2012 a la(s) 13:49 ·

¿Por qué no se dijo nada cuando fue cerebro?

—Es una pregunta clásica, ya demasiado recurrente, y por lo tanto se ha convertido en un lugar común bastante penoso de explicar. De por sí la pregunta, que aparenta denunciar una verdad (la gente debió decir algo por los anteriores negocios), es abiertamente engañosa —y muchas veces para el mismo que la formula.

En principio, se debe resaltar que es UNA PREGUNTA QUE MANTIENE EL STATUS QUO, y esto juega a favor de quienes realmente deberían ser cuestionados, y por ende APELA A LA INACCIÓN Y A QUE TODO SIGA IGUAL, cosa que rechazamos de plano.

No obstante, como esta pregunta puede sorprender a mucha gente, intentaremos responderla.

SUPONGAMOS QUE VENGA DE:

Un ciudadano que en su momento se indigno de aquella noticia pero no hizo nada para revertirlo.

—Qué hiciste tú para revertir esa situación. Nada, te quedaste sentado dejando que pase, —tampoco te lo reprochamos porque es como nos han acostumbrado— pero sí, nos parece lamentable que ahora nos vengas a reprochar lo que tú tampoco fuiste capaz de hacer.

Un activista que no solamente se indigno sino en su momento trato de hacer algo para cambiar esa situación y fracasó ante el intento.

—Reconocemos y valoramos todas las iniciativas del pasado, por más pequeñas y solitarias o poco difundidas —la nuestra quizá haya sido un poco más difundida, no como uno quisiese, pero aún así no deja de ser pequeña y solitaria.

En este particular caso lamentamos que no hayamos podido coincidir en el espacio-tiempo

El activismo por el patrimonio cultural —y otros en general— pueden generar desengaño, desilusión o incluso resentimiento, es comprensible, nosotros mismos lo experimentamos a cada momento.

Pero no por ello se debe contagiar ese desengaño, o desilusión a cualquier nueva iniciativa que se esté emprendiendo. Sabemos el estado de la cuestión, a quienes y a qué cosa nos enfrentamos.

Si el problema de fondo sigue latente, lo más lógico sería sumarse, pero eso queda a la libertad de cada uno, lo que sí, no debiéramos desmotivar a los nuevos actores.

Un ciudadano que recién conoce el tema.

—Lo orientamos. Le decimos esto es lo que nadie hizo —ni propietarios, ni autoridades—, y ahora esto es lo que está pasando, pero esto es lo que siempre debió suceder —fomentarse un espacio turístico y cultural.

Un sujeto que cree que las cosas ya están dadas de una manera, que cada quien puede hacer lo que le da la gana con su propiedad privada.

—La propiedad privada tiene límites, ciertas restricciones, sobre todo cuando se trata de Patrimonio Cultural.

Un sujeto que le molesta que de pronto mucha gente, que no sabía nada sobre el “Palais Concert”, ahora se muestre indignada por el tema simplemente porque está de moda o porque es cool.

—Primero, esté o no esté de moda, sea o no sea cool, es irrelevante, el problema es claro y va seguir estando allí al margen de ello. Si mucha gente no sabía nada y recién se entera, pues, más vale tarde que nunca.

Un sujeto al que le molesta que, de pronto, mucha gente que sí sabía del Palais Concert ahora se muestre indignada por el tema, justo ahora que se trata de una trasnacional chilena como Ripley la que está interesada en invertir el Palais Concert para abrir una tienda por departamentos (tipo “boutique”).

—Primero, seguramente lo íbamos a dejar pasar como normalmente ha venido sucediendo siempre.

Por el mismo hecho de que nos han acostumbrado a dejar pasar por alto todo.

Ahora, sucede que es muy diferente el impacto cuando vez frente a ti cómo se derrumban paredes en plena madrugada sin que se sepa nada. Y peor aún, cuando te enteras que el proyecto ni siquiera estaba aprobado y andaba todavía en fase de anteproyecto.

Peor aún cuando te enteras que Ripley con el único afán de lucro, sin ningún asco, con tanta ignorancia, con tanto desdén y desprecio, contemplaba destruir el interior del edificio y dejar solamente la fachada.

No hay ningún asunto chauvinista ni xenófobo en esta causa, ni mucho menos nada en contra de la inversión privada, salvo en este tipo de situaciones.

Cambiar la idea de que la única forma de conservar es mediante la lógica del capital privado.

Un sujeto que se cree suspicaz y piensa que detrás de todo esto hay un oscuro interés político e ideológico —o incluso un afán de protagonismo.

—Primero, que apunta en mala dirección su suspicacia.

Se trata abiertamente de un conflicto de intereses. El interés privado contra el interés público. Y todo conflicto de interés deviene en un asunto político, de hecho es un asunto político —de política cultural— y no de política partidaria tradicional.

¿Que ambos intereses pueden ser reconciliables? De manera general por supuesto que sí. Pero no en este caso que es muy complejo. Peor aún cuando se habla de faltas muy graves.

Un sujeto que pregunta por simple aguafiestas.

—No le respondemos, simplemente, porque es un aguafiestas.

Un miembro del proyecto de Ripley

—Eso no oculta lo que ustedes han considerado desde un principio con el Palais Concert. Y en suma su propuesta vendría a ser OTRO ASUNTO MÁS AJENO A LA CULTURA.

Un funcionario público del Ministerio de Cultura, La Municipalidad de Lima, etc.

—Por qué no hiciste nada tú, que eres el primero quien tiene que velar por nuestro patrimonio cultural y difundirlo. Porqué no hicieron nada ellos, porque mantuvieron en abandono el Palais Concert ¿falta de presupuesto? Ahora no pueden alegar eso, teniendo dinero porqué venden lo poco que nos queda y lo entregan a manos de un consumismo sin memoria.

Abraham Valdelomar y los colónida.

—Lo sentimos Abraham, estábamos adormecidos y por lo mismo ciegos.

de Salvemos el Palais Concert, el El Domingo, 30 de Septiembre de 2012 a la(s) 13:49 ·


Escrito por


Publicado en

Arbolaridad Memoria Cultura Futuro

Otro sitio más de Lamula.pe